Los movimientos de piedra, grava y arena, así como su transporte, acumulación y procesado produce la movilización de partículas que aumentan la turbidez del río Lagarto, dejando de ser un río transparente para convertirse en un río permanente turbio, afectando durante la época seca las actividades recreativas y el turismo rural dependientes del río Lagarto.
Los sólidos en suspensión reducen el oxígeno disuelto en el agua, obstruyen las branquias de los peces y afectan la reproducción de los mismos; también evita la penetración de luz de importancia para la fotosíntesis del microplancton, base de la alimentación de distintas formas de vida acuática.
Por el aumento de la turbidez de las aguas es previsible una progresiva impermeabilización del cauce entre el lugar de la explotación y su desembocadura, con una drástica afectación para los pozos utilizados en los acueductos rurales administrados entre otros, por ASADACOPA y Asociación Agrícola y Gestión Comunal de Orocú.
La impermeabilización del cauce favorece la torrencialidad del río Lagarto en época de invierno, amenazando con su desbordamiento y socavamiento de riberas, poniendo en riesgo casas de habitación, infraestructura de acueductos rurales, áreas de cultivos, campos ganaderos y hasta poblaciones humanas localizadas en sus alrededores.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario