Los moradores de la humilde vivienda de la “Finca la erensia” (así nominada por sus dueños), se vio fuertemente afectada al inicio del período de lluvias.
La casa se localiza en la margen izquierda del río Lagarto (ribera Puntarenas) y se ubica a escasos 50 metros aguas arriba del inicio de la concesión (confluencia de la quebrada Madre Vieja con el río Lagarto).
Debido al desvío de corrientes, logrado por la acumulación de materiales en forma de represa a lo largo del cauce del río, el flujo del agua fue recargado intencionalmente hacia la ribera de Puntarenas, bajando con mayor fuerza por el aumento de velocidad aguas abajo favorecida por la pérdida de rugosidad. Los moradores de la humilde casa, debieron abandonar la vivienda por la amenaza para sus vidas.
Adicionalmente a la crisis generada por la carencia de casa, se suma la pérdida progresiva de suelo en las riberas del río, perjudicándose las áreas de pastoreo utilizadas por la familia afectada. 
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